BARRIO A BARRIO

Torrero.
Una pareja lleva al juez el desalojo del colegio Lestonnac
Fueron "apuntados con una pistola" al entrar a su casa y han presentado denuncia.
23/10/2010 T. RIVASÉS
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La Policía impide el paso a Susana Celaya, el lunes en el desalojo.Foto:JAIME GALINDO Edición impresa en PDF

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Antonio Villén y su pareja, Susana Celaya, denunciaron ayer la "intimidación" que sufrieron el lunes por la mañana cuando se vieron inmersos en el desalojo de okupas del colegio de Lestonnac, en el barrio de Torrero. Villén, residente en una vivienda cercana a La Vieja Escuela, había sacado a su perro a pasear horas antes y "atravesó el cordón policial" sin inconveniente. A su regreso, se juntó con su compañera a las puertas del edificio y fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad, sin tener "nada que ver" en el asunto y sin provocación.
"Estábamos asustados y no sabíamos que hacer", relató el afectado. Según Villén, en el portal les pidieron la documentación, se la "quitaron" de las manos y uno de los agentes, "alterado", les apuntó "con una pistola". Mientras, a su mujer "se la llevaban de un lado a otro". La pareja ha presentado una denuncia por los daños sufridos, ya que aseguran sentir miedo ahora cada vez que ven a un Policía. Estos vecinos no saben con certeza si saldrá adelante, pero lo que sí que tienen claro es que cuentan con el apoyo de los colectivos vecinales del barrio.
SOLIDARIDAD VECINAL Precisamente la Asociación de Vecinos Venecia-Montes de Torrero elaboró un manifiesto para solidarizarse con los dos vecinos "amenazados" y "reprimidos". Ellos también quieren hacer una denuncia social por la "actuación desmedida" de las fuerzas del orden que actuaron en el desalojo, ya que "llevaron 18 furgones para cuatro chavales, lo que es excesivo", señaló Javier Grasa, portavoz de la asociación. Los representantes vecinales elaboraron un manifiesto para dejar constancia de que no es la primera vez que el barrio padece la actuación "paranoica y arbitraria de la Policía", ya que consideraron que estas personas "están para servirnos y no para intimidarnos".
El desalojo se ejecutó a principios de semana ante el impago del alquiler, por lo que el caso será tramitado por vía civil en un juzgado de primera instancia de la ciudad. Tras la actuación policial, en el exterior del colegio se concentraron medio centenar de jóvenes como medida de apoyo a los encerrados, aunque también fueron disueltos.